miércoles, 14 de agosto de 2013

Tribal Fusión Celta, Pitres



'DANA'

La diosa celta, Dana, también llamada Danu, Ainu o Aine está considerada como la diosa madre de la que descendían los Tuatha Dé Dannan, que en conjunto son los dioses más importantes del panteón celta.
Es la diosa más antigua del panteón celta. Aunque el varón era importante en la antigua sociedad celta, la diosa madre parece haber sido la deidad dominante.
Los relatos populares la consideraron reina de las hadas y de los enanos, a cuyo cuidado estaban confiadas enormes riquezas subterráneas.
Si recibía la debida adoración, hacia florecer la tierra y traía prosperidad y paz al pueblo, para esto se le hacían rituales invocando los cuatro elementos:
Aire, Tierra, Agua y Fuego.

Algunas leyendas cuentan que la diosa Dana podía aparecer como una anciana o una hechicera implacable pero también una bienhechora que no negaba su ayuda a quien lo necesitara, siempre que este demostrara tener buen corazón.
Uno de sus atributos es la serpiente, como fuerza fecundadora, animal en el cual se transformaba a voluntad.
Algunos historiadores afirman que el nombre de Dana parece estar emparentado con el significado de “aguas del cielo”, se le asocia con las aguas del río Danubio.
Los gaelicos la asimilaban a Brigit, diosa de la luz y el fuego.
Antiguamente el fuego era algo más que una simple llama o que una simple herramienta, el fuego representaba algo desconocido, algo terrible, algo mágico. Tener el dominio del fuego era como tener al sol y la luna, las grandes luminarias, al alcance. Todo trabajo mágico con fuego conlleva el signo de la transformación, del renacer.